La Catedral de la Música
La Discoteca Chocolate, ubicada en Les Palmeres, una pedanía de la localidad Valenciana de Sueca, es un lugar emblemático en la escena de la música electrónica en España. Inaugurada en el verano de 1980, la discoteca se estableció en un antiguo secadero y almacén de arroz. Su diseño vanguardista y revolucionario se inspiró en la casita de chocolate del cuento de Hansel y Gretel, lo que le dio su nombre.
Innovación y Eclecticismo Musical
Desde sus inicios, la Discoteca Chocolate se destacó por su innovación y eclecticismo musical. Fue la primera discoteca en programar conciertos a partir de las 7 de la mañana, una práctica inédita en aquel entonces. Su música oscilaba entre los sonidos más oscuros y góticos, atrayendo a un público tolerante, abierto y hedonista.
Cambio de Siglo, Cambio de Guardia
Con la llegada del siglo 21, la Discoteca Chocolate experimentó cambios significativos. Las nuevas generaciones tanto artísticas como administrativas tomaron el relevo en el santuario. Sin embargo, en noviembre de 2004, la discoteca cerró sus puertas. Este cierre, que se suponía definitivo, se celebró con una gran fiesta que contó con la participación de todos los DJ’s que habían sido residentes en algún momento.
Renacimiento y Adaptación
A pesar del cierre, la dirección decidió que la Discoteca Chocolate debía seguir abriendo sus puertas, aunque de manera más esporádica. En 2006, la discoteca cambió de dueño y dirección, lo que llevó a grandes cambios en un intento de asentar definitivamente a la discoteca en la nueva escena nocturna. Sin embargo, la crisis de público derivada del cambio radical de las modas obligó a la discoteca a cerrar sus puertas por segunda vez.
El Espíritu de la Catedral de la Música Perdura
A pesar de los cierres y las crisis, el espíritu de la Discoteca Chocolate perduró. Salvador Fortea, un joven nacido y criado en Sueca y fiel seguidor de la «religión Chocolatera», adquirió la sala y la marca con el sueño de perpetuar el espíritu de la Catedral de la Música. Desde 2012 hasta 2020, la marca Chocolate realizó diversos eventos en salas y espacios de Valencia, consolidando su proyecto de marca.
La Reactivación Post-Covid
Tras la crisis del covid, la Discoteca Chocolate se redecoró y diseñó profundamente, recuperando su actividad como un espacio polivalente. La sala se dedica a cubrir el vacío existente en Valencia como un espacio cultural, con una programación vanguardista e innovadora. Además, la sala incorpora las últimas novedades a nivel tecnológico, tanto en equipos de sonido como en gestión eficiente y sostenible de los recursos energéticos y del reciclaje de residuos.
Un Futuro Brillante
La Discoteca Chocolate mira hacia el futuro con optimismo. Con la contratación de los artistas y DJs internacionales más reputados, la discoteca se centra en las tendencias musicales más vanguardistas y eclécticas de la música de baile actual. Además, la discoteca busca incorporar a su actividad cursos de formación musical para productores y DJs noveles, la activación de los canales de comunicación digital y la puesta en marcha de diferentes iniciativas sociales.
Conclusión
La Discoteca Chocolate ha demostrado ser un verdadero santuario de la música electrónica en España. A lo largo de sus más de 40 años de historia, ha experimentado altibajos, pero siempre ha sabido adaptarse y reinventarse. Hoy en día, sigue siendo un referente en la escena musical, manteniendo vivo el espíritu de la Catedral de la Música.